Rubia, zanquilargo y hermosa. Si esos son los únicos adjetivos que usas para describir a Maria Sharapova, entonces estarás vendiendo la estrella más reciente del mundo del tenis. Mientras que ella puede comparar favorablemente a Anna Kournikova en la pista de modelado, Maria es más deslumbrante cuando ella pasos en la cancha de tenis. Su servicio es abrumador, sus golpes de tierra son penetrantes, y su voluntad de ganar es castigar. María llegó oficialmente con su título de Wimbledon de 2004, y no es probable que se vaya en cualquier momento pronto. Esta es su historia!
Fecha de nacimiento: 19 de abril de 1987 (edad 29), Niagan, Rusia
Estatura: 1,88 m
Peso: 59 kg
Títulos de Grand Slam ganados (individuales): 5
Padres: Elena Sharapova, Yuri Sharapov
Premios: Premio ESPY a la Mejor Jugadora de Tenis, Teen Choice Award a la Atleta Femenina
CRECIENDO
María nació el 19 de abril de 1987 en Nyagan, una ciudad en Siberia occidental, donde sus padres, Yuri y Yelena, habían huido de Bielorrusia un año antes para evitar la radiación de Chernobyl. Todavía demasiado cerca del lugar del desastre, su familia abandonó su hogar como refugiados cuando tenía dos años. Los Sharapovs (María utiliza el Sharapova femenino) se establecieron por un tiempo en la ciudad de Sochi del Mar Negro, conocida entonces como una aldea turística y hogar de la luz de tenis rusa, Yevgeny Kafelnikov. Yuri había sido ingeniero en Nyagan. Pero a medida que la familia rebotó de casa en casa, hizo todo lo que pudo para mantenerlos juntos.
Una niña única, María fue alentada por sus padres a probar todo, desde el baile y la música hasta el atletismo. Descubrió el tenis después de su cuarto cumpleaños, cuando un amigo de la familia -el padre de Kafelnikov- le regaló una de las viejas raquetas de tenis Dunlop de su hijo. El dado fue echado. María casi nunca dejaba caer esa raqueta cortada, agrietada y desarmada de su mano desde el momento en que la recogió. Cada día golpeaba bolas contra el lado de la casa.
Cuando Maria tenía seis años, entrenadores de tenis locales animaron a Yuri a llevarla a Moscú para ser considerada para la Federación Rusa de Tenis. Allí, impresionó a la entrenadora en jefe de RTF, Yuri Udkin, que se sentía el mejor tenista que había visto.
Pero las cosas no eran tan simples en Rusia, donde el viejo orden estaba cambiando. El gobierno ruso había aumentado su programa de desarrollo del tenis después de que el deporte hubiera ganado el estatus olímpico a principios de los años ochenta. Pero a pesar de disponer de fondos suficientes, los padres de María siguieron el consejo de Martina Navratilova, quien creía que los Estados Unidos serían el mejor lugar para que la joven recibiera su entrenamiento. Los Sharapov habían conocido a Navratilova durante una exposición en Moscú. La leyenda del tenis estaba feliz de ofrecerle su ayuda.
María emigró a Bradenton, Florida con su padre, pero Yelena se vio obligada a quedarse atrás cuando no podía obtener una visa. Una vez allí, padre e hija trataron de hacerla aceptar en la mundialmente famosa Bollettieri Sports Academy. También aprendieron a hablar inglés, María recogiendo gran parte del idioma en un mes.
María y su padre hicieron el viaje de Rusia a Florida con escasos $ 1,000 en su bankroll, raspados de sus ahorros y regalos de sus abuelos y amigos. Yuri también agregó al pequeño huevo nido trabajando en las minas de Siberia. Inseguro incluso donde estaba Bradenton, eventualmente llegaron al Estado del Sol, en medio de las protestas de padres que se quejaban de que María era una extraña, demasiado joven y no suficientemente talentosa. Bolletieri, sin embargo, sentía algo especial en ella. María comenzó su educación en su "fábrica de sueños", la misma escuela de tenis que había producido a gente como Andre Agassi, Monica Seles, Mary Pierce y Jim Courier.
Al principio, Yuri tuvo que pagar a María, de siete años, para que jugara en Bollettieri. Para pagar la factura, trabajó en todo tipo de trabajos, incluyendo el mantenimiento de los greens en un campo de golf local. Los dos crecieron aún más durante este período. María trató de centrarse en el tenis, mientras que Yuri se concentró en su supervivencia. Comenzó a participar en torneos de 12 y menos, y se absolvió bastante bien, ascendiendo a la posición # 15 en su grupo de edad.
Alrededor de este tiempo, Bollettieri ofreció una visión de María a los ejecutivos de International Management Group, la representación deportiva mundial y la agencia de marketing que poseía su academia. Ellos fueron impresionados, e inmediatamente la pusieron en becas completas.
La vida se volvió más cómoda para María y Yuri, pero de ninguna manera fácil. Los celosos rivales rusos la mordían con regularidad. Su régimen de entrenamiento, mientras tanto, se intensificó mucho. Las cámaras de video grabaron cada movimiento durante la práctica, tanto para romper su forma y crónica de su comportamiento. María se sentó con los entrenadores para examinar todo, desde las expresiones faciales hasta el lenguaje corporal. La meta era maximizar su funcionamiento canalizando sus emociones en enchufes positivos.
El trabajo duro valió la pena. En 1997, María ganó el Eddie Herr International Junior Championships, trastornando a Bernice Burlet en la primera ronda en la división de 14 bajo.
A los 11 años, María estaba dividiendo su tiempo entre IMG, su casa en las afueras de Tampa, y los tribunales de Los Ángeles de Robert Lansdorp, a quienes asumió como su entrenador principal. Un año después, Yuri empezó a impacientarse. En un momento dado, Bollettieri tuvo que explicarle que las reglas impidieron que el joven de 12 años compitiera como profesional.
EN SUBIDA
En abril de 2000, apenas una semana antes de cumplir 13 años, María se fue al centro del escenario cuando luchó dos veces para ganar un partido fantástico (7-6 (8-6), 6-4) contra Myriam Casanova, y capturar el título En las muchachas 16s de los campeonatos internacionales del tenis de Eddie Herr.
Las comparaciones comenzaron a grandes de todos los tiempos como Seles. Aunque sus juegos eran diferentes, María mostró la misma determinación y equilibrio bajo presión. Por sus esfuerzos, se ganó el primer premio de su deporte "Rising Star Award".
En 2001, a la edad de 14 años, María se convirtió en profesional e hizo su debut en un evento de la ITF en la cercana Sarasota. Ella continuó trabajando en la academia todo el año en la preparación para 2002, cuando ella jugaría un horario lleno. Aún sin clasificar, María abrió el año siguiente en una nota alta, avanzando a las finales del Abierto de Australia juniors. A los 14 años, fue la finalista más joven en la historia del torneo. Demostrando su inclinación por los campos de hierba, hizo lo mismo en los juniors de Wimbledon en julio. Después, le dijo a la prensa que tenía a las hermanas Williams en su mira.
Meses más tarde, María fue invitada a jugar como comodín en el Pacific Life Classic. En apenas su tercer acontecimiento favorable, ella rasgó a Brie Rippner (5-7, 6-2, 6-2) en la primera ronda. A pesar de que cayó ante Seles en su siguiente partido, había hecho lo suficiente para obtener un lugar en el Ranking WTA en el número 532. María llegó a la final en cinco torneos ITF Circuit consecutivos, ganando tres de ellos. También jugó en Tokio en el Abierto de Japón, haciendo una reverencia en la primera ronda a Emmanuelle Gagliardi en tres sets. Ella terminó el año clasificado 186 en el mundo.
María continuó su ascenso en 2003. Empezó el año de manera impresionante, pasando por sus partidos preliminares para calificar para su primer Grand Slam, el Abierto de Australia. Su primera oponente, la 10ª sembrada Renata Voracova, presentó pocos problemas, mientras que María envió a su 6-3, 7-5. También no tuvo problemas con María Goloviznina (6-3, 6-2) en la siguiente ronda. En su último partido de la calificación, María manejó Alena Vaskova con facilidad, 6-1, 6-2.
La ronda inaugural del Abierto de Australia no fue tan amable con ella. María perdió ante Klara Koukalova en dos sets. En dobles, mientras tanto, ella teamed para arriba con Marion Bartoli. La pareja venció a Eleni Daniilidou y Caroline Vis, antes de ser eliminados por Ruano Pascual y Paola Suarez.
María agrietó el top 100 en el ranking mundial cinco meses después en el DFS Classic en Birmingham, Inglaterra. En su camino a las semifinales, venció a Evgenia Koulikovskaya, Nathalie Dechy, Marie Gaianet Mikaelian y Elena Dementieva. La verdadera sorpresa vino cuando cayó al Shinobu Asogoe de Japón a un paso de la final.
A medida que el juego de María mejoraba, sus detractores también se hacían más fuertes. El mayor golpe contra ella fue el nivel de ruido en el que tocaba. Incluso si los aficionados no estaban viendo uno de los partidos de María, por lo general se podía oír gruñendo desde la línea de base. Su estilo bullicioso lanzó a algunos oponentes, que se preguntó si realmente necesitaba correr alrededor de la cancha en un nivel de decibelios tan alto.
María silenció a sus ciróticos en Wimbledon, que entró como un comodín. Enfrentando a Ashley Harkleroad, otro jugador notablemente ruidoso, Maria ganó 6-2, 6-1. Luego eliminó a Elena Bovina, preparando un enfrentamiento con Jelena Dokic, 11ª cabeza de serie. Con sus espinillas molestándola, María, que también jugaba dobles mixtos con Alex Bogdanovic, tuvo que excusarse de esa parte del sorteo. Pero estaba lista para Dokic, ganando 6-4, 6-4. La asombrosa carrera de María terminó en la octava ronda con una derrota de tres sets ante Svetlana Kuznetsova. Sin embargo, ella notificó que ella era real, ya que su clasificación ascendió a 91.
Semanas después, en una puesta a punto para el Abierto de Estados Unidos, María puso un susto en Kim Clijsters, extendiéndola a tres sets en un partido en Los Ángeles. Pero las duras pistas de Flushing Meadows resultaron demasiado para ella. Después de una dura victoria sobre Virginia Ruano Pascual, salió en la segunda ronda.
Dirigiéndose a la caída, María se mantuvo a punto para un gran avance. Ella entregó en octubre, convirtiéndose en la ganadora más joven del año (16 años, cinco meses, 16 días) en el viaje de WTA tomando los títulos simples y dobles (con Tamarine Tanasugarn) títulos en el Abierto de Japón. Ella y Tanasugarn siguieron rodando en Luxemburgo con otra victoria. María también llegó a las semifinales en los singles, dejando otro partido convincente a Clijsters. En su último evento de temporada en la ciudad de Quebec, María se fue con un segundo título de individuales, después de Milagros Sequera se vio obligado a retirarse en la final con una fractura del tobillo izquierdo. El ranking de WTA de María subió a 31.
IMPONIENDO SU MARCA
De regreso en Melbourne para comenzar 2004, María tuvo problemas en el Abierto de Australia. Ella se retiró de los dobles con una lesión en la pierna, con la esperanza de exagerar en el sorteo de individuales. Pero Anastasia Myskina la envió en la tercera ronda.
En febrero, María vaciló otra vez, en el Pan Pacific en Tokio. Después de una victoria en la primera ronda, cayó ante Daniella Hantuchova. La noticia fue mejor dos semanas más tarde, cuando María se trasladó a la parte superior 25. Jugar en Memphis, llegó a las semifinales en singles, antes de ser expulsado por la eventual campeona Vera Zvonareva. La pérdida fue agridulce, porque Zvonareva era un amigo, y los dos también se aparean en dobles. Ellos llegaron corto, sin embargo, en la final.
Los próximos meses trajeron más altibajos para María. Se enfrentó a Serena Williams por primera vez en su carrera, pero tuvo problemas para averiguar su juego y perdió el partido. En abril, ella subió a No. 19 en el mundo (haciéndola uno de seis rusos esa semana en Top 20). Semanas más tarde en Berlín, avanzó a la tercera ronda, y luego perdió ante Jennifer Capriati. En Roma, María molesta a Elena Dementieva, pero fue derrotada dos rondas después por Farina Elia.
María entró en el Abierto de Francia sin saber qué esperar. Seeded 18 en Roland Garros, azotó a Zvonareva en camino a su primera aparición de cuartos de final en un evento de Grand Slam. Pero su estallido de burbujas está en una derrota en línea recta a Paola Surez. Algunos críticos se preguntaban si María estaba destinada a ser la próxima Anna Kournikova. Estaba ansiosa por separarse.
En junio, María hizo una declaración sobre la hierba en Birmingham al ganar los títulos de individuales y dobles. Con su ranking mundial a los 15 años, María estaba llena de confianza hacia Wimbledon.
Abrió el torneo enviando a Yulia Beygelzimer, Anne Keothavong, Daniela Hantuchova y Amy Frazier en sets consecutivos. Frazier, la decimotercera clasificada, dio a María su primera prueba real, entregando pocas pausas en su lucha de 6-4, 7-5.
Japón Ai Sugiyama tomó un conjunto de María por primera vez en su inclinación de cuartos de final, abriendo el partido con una victoria de 7-5. Pero María dio la vuelta a las mesas en el segundo set, ganando 7-5, y luego cerró Sugiyama 6-1 para avanzar a la semifinal.
El punto de inflexión de Wimbledon para Maria vino contra Lindsay Davenport. El golpeante estadounidense abrumó a su joven oponente 6-2 en el primer set, y tuvo el control del partido en el segundo. Fue entonces cuando María hizo algo que pocos adolescentes pudieron hacer en esta situación-empezó a golpear a los ganadores y llevar el partido al veterano. Minutos más tarde María obligó a un desempate, que ganó 7-4. Con Davenport amamantando una rodilla, María la cerró 6-1 para llegar a la final.
María enfrentó a Serena Williams en la final. Las probabilidades contra una victoria eran astronómicas, pues Williams tenía seis títulos del Grand Slam aquí a crédito, junto con una raya que ganaba de 20 partidos en hierba. La mejor esperanza de María era ir de pies a cabeza con el slugger americano. Había derrotado a Sugiyama y Davenport -los dos poderosos bateadores- llevándola a A Game cuando eran menos de lo mejor. ¿El mismo escenario se juega por tercera vez?
En uno de los trastornos más impresionantes en la historia de Wimbledon, María triunfó 6-1, 6-4. Ninguno de los dos jugadores se desempeñó bien, pero María se arriesgó en su segundo saque, golpeó a casi 100 mph y mantuvo a Williams en la defensiva. Serena, que estaba claramente fuera de ritmo, parecía contenta de dejar que María se apagara. Pero nunca sucedió. María se convirtió en el tercer más joven campeón de Wimbledon de la era Open, y el primer ruso en ganar el título de All England.
Después de su título en Wimbledon, María -que saltó al Top 10 y superó los $ 1 millón en ganancias para 2004- comenzó el ajuste a la vida como superestrella. Citar una necesidad de descanso y recuperación, canceló sus planes para jugar el JPMorgan Chase Open y Newport Beach Breakers, pero mantuvo su palabra y apareció en una clínica para niños con los campos de verano de New Haven Parks & Recreation. Ella también publicó un par de pérdidas cuestionables, y está sintiendo la ira de sus compatriotas, que la han atacado por ser un ruso en ropa americana.
Mientras tanto, nadie estaba entregando a María el título de Open de los Estados Unidos. Las estrellas se habían alineado perfectamente en Wimbledon, y ella había emboscado un cuarteto de jugadores finos. Pero ahora toda la gira la buscaba. El libro sobre María era que podías vencerla por diferentes ritmos y estrategias, y Mary Pierce demostró esto cuando se escapó de los últimos cinco partidos de su partido en Flushing Meadow para poner fin a las oportunidades de María en un segundo título consecutivo de Grand Slam. El segundo servicio de María no fue hacer clic, y ella se negó a adaptarse. Catorce fallos dobles más tarde, ella estaba viendo a Pierce ola a la multitud animando en Arthur Ashe Stadium.
Nadie en el campamento de María estaba en pánico. Con la presión de la Open fuera del camino, volvió a la tarea de añadir complejidad a su juego. En
El Campeonato de la WTA que terminó la temporada, María venció a Anastasia Myskina en la semifinal para establecer una revancha con Serena. Dejó caer el primer set, y luego se recuperó hasta el partido. Después de ver a Williams -que tensó un músculo abdominal durante su batalla- ganar los primeros cuatro juegos de
En el tercer set, María lo succionó y volvió a los seis siguientes para tomar el título. Se marcó sólo la segunda vez en todo el año un jugador había vencido a Serena después de perder el set de apertura.
La victoria abovedó a María en el Top 5 por primera vez, dándole un no final. 4 para el año. Ella terminó con $ 2.5 millones en premio para arriba el viaje de las mujeres.
Si todo va según lo planeado, María será mucho más difícil de engañar a los 18 que ella estaba en 17.
Mientras tanto, María ha demostrado que es más que otra cara bonita; Ella ha servido notado que ella continuará siendo la mujer a Golpe en las mayores.
MARIA LA JUGADORA
En el tenis, dicen que los ganadores hacen que suceda, mientras que los perdedores esperan que suceda. María se adhiere a esta filosofía. Su objetivo es ganar rápidamente el control de un punto, golpear la bola en la esquina, y luego entrar en la línea de base y atacar a su oponente. Cuanto mejor sea el oponente, más arriesgado será éste y más rápido será María.
En el nivel más alto del tenis femenino, los oponentes de María siguen siendo peligrosos cuando están acorralados. A medida que carga hacia la red, debe estar preparada para ejecutar una volea cruzada en la cancha, o hacer frente a un flotador perfectamente colocado. Por encima de todo, sin embargo, ella debe estar mentalmente preparada para dejar de lado el siguiente disparo. Su entrenador, Robert Lansdorp, llama a esto "atacar ciegamente" y María ya es una de las mejores en este enfoque.
El servicio de María desencadena mucho de su juego. Su primer servicio es uno de los mejores en el juego, pero todavía carece de consistencia. No tiene miedo, sin embargo, de lanzar un segundo saque igualmente duro, por lo que el receptor nunca puede dictar un punto. Si el segundo servicio de María está apagado, entonces ella está en problemas.
A medida que Maria gana más experiencia y desarrolla más fuerza y consistencia, puede decidir cambiar su enfoque. Pero por ahora, su estrategia se adapta a sus golpes, como lo atestigua su humillación de Serena Williams en Wimbledon.
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